“¡Es el título más importante de mi carrera!”, asegura el argentino Fernando Poggi. Se refiere a la corona que ganó el pasado fin de semana junto a su compatriota Cristian Gutiérrez en el mundial de pádel por parejas Barcelona 2012. Y los signos de admiración son más que genuinos.
Es que a este jugador nacido hace 35
años en Buenos Aires, el cenit de su carrera le llegó en un momento
inesperado, según sus propias palabras. Dicen que la alegría sorpresiva
es más alegría.
“Es lo más importante que me pasó en
el pádel. No teníamos este mundial como objetivo, porque con Cristian
(Gutiérrez, número siete del ránking Pádel Pro Tour) somos una pareja
recién formada. Pero a medida que fuimos ganando partidos, fuimos
creyendo que podíamos ganarlo“.
Es que para Poggi y Gutiérrez fue recién
el tercer torneo tras la decisión de unirse, a principios de año. Los
frutos no tardaron en llegar. La historia muestra que el destino tenía
reservadas grandes cosas para el dúo.
En su página web personal, Poggi tiene
un apartado que se llama ‘Biografía’. Él tal vez no lo recuerde, pero
allí cuenta los momentos más dulces de su carrera, y entre ellos destaca
“lo mejor fue el primer año, el 2000, cuando logré junto a Cristian Gutierrez ganar el Torneo Internacional de Cadiz“.
Es decir, los dos pasajes más brillantes
de su historia deportiva los vivió junto a Cristian. Uno, allá lejos y
hace tiempo, en sus comienzos. El otro, en la furiosa actualidad. 12
años transcurrieron entre un hecho y otro.
“Creo que con Gutiérrez nos
complementamos bien porque tenemos claro el rol que cumple cada uno en
la pareja. Conocemos los puntos fuertes y debiles del otro y, de esa
manera, tratamos de ser un equipo en todo momento“, explica el argentino.
La felicidad todavía lo desborda al
imponente jugador de 1,95 metros, que hasta este torneo era el 13º del
escalafón de España, donde se desarrolla el mejor circuito del mundo, y
en 2005 llegó a ser el número cinco.
“Las sensaciones tras esta coronación
son muchas, la verdad es que no sé por dónde empezar a describirlas”,
señala Poggi, y después completa: “Es una mezcla de satisfaccion,
euforia y alegría, sentimientos que se multiplican cuando pienso en
todos estos años tan duros de entrenamiento, sacrificio y entrega“.
Todavía no sale del sueño que significó
coronarse en Barcelona, luego de batir a las tres parejas mejor
rankeadas de España: Mieres-Lima, números dos del escalafón, en la
final; Belasteguín-Díaz, reyes del circuito desde hace una década, en
cuartos de final; y Auguste-Díaz, tercer dúo a nivel mundial, en la
semi.
No obstante, Poggi no se conforma. Apenas terminó de festejar y ya está pensando en las metas por cumplir. “Ahora apuntamos a estar entre las tres primeras parejas del PPT y afianzarnos en ese lugar“, señala, ilusionadísmo.
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